Pero también es tiempo de hablar de lo bueno, de lo que esperamos, y lo que necesitamos, en este ejercicio democrático la ciudadanía nos ganamos un enorme aplauso por la alta y entusiasta participación, 52% de la lista nominal salimos a votar, cifra record en elecciones intermediadas y que nadie esperábamos, estos números de votos movieron los escenarios y nos hace replantear la forma de hacer política, comprobamos que “voto informado es voto útil”, del mismo modo nos llenó de orgullo ver a personas de grupos minoritarios haciendo campaña, proponiendo, incidiendo, debatiendo, defendiendo las cuotas que el INE impuso para este proceso electoral, y por supuesto sus votos.
¿Ahora que nos toca hacer, después de haber votado? Como ciudadanía nos corresponde observar con lupa que todas las propuestas sean llevadas a cabo como lo plantearon y prometieron en campaña, más aun quienes resultaron triunfantes para las alcaldías, vigilar que las y los diputados electos una vez entrados en función en verdad realicen lo que les corresponda, y si vemos que seguimos acéfalos de buenas propuestas y practicas es tiempo de levantar la mano, de pasar de ser observadores a ser actores de acciones que promuevan los buenos hábitos sociales, educativos, económicos, etc., sumarnos a las actividades gubernamentales como voluntarios y voluntarias, y también para llevar a cabo propuestas a beneficio de todas y todos, cuestionar que está pasando con las promesas, los recursos, las decisiones y de este modo no dejar que quienes nos representan sean o no de nuestro agrado no hagan su chamba.
Ya que todas y todos los candidatos pusieron en sus propuestas atender a mujeres, niñas, niños, jóvenes, personas con discapacidad, adultos mayores, mejorar la economía, robustecer la seguridad, ser gobiernos y legisladores cercanos a la gente, mejoras en los servicios de salud, en fin, una larga lista de cosas que pareciera que no se dieron cuenta del contexto en el que la mayoría de personas vivimos, dejando claro que no tienen un plan real para todo esto, de manera clara no dijeron como van a llevar a cabo estas agendas de atención a grupos vulnerados; pocos candidatos llevaron en las planillas o equipos a personas con estas peculiaridades.
Sabe, hay un dato que me hace ruido y es que, dentro de las acciones afirmativas implementadas tipo cuotas, el INE instruía a los partidos políticos impulsaran candidaturas de personas con discapacidad, LGBT, afro mexicanas e indígenas, y pocos de ellos atendieron al llamado, y si lo hicieron fue solo para poder cumplir con este requisito ya que si bien dieron de alta a sus candidatos o candidatas de estos grupos fueron en las famosas “pluris” pero no con las posiciones estratégicas para ocupar los curules, ya que si bien si hubieron registros era muy difícil que estas personas llegarán, y no lo digo solo porque si, sino que lo digo con conocimiento de causa, datos del Instituto Nacional Electoral nos dicen que se registraron 72 personas con discapacidad para contener por las diputaciones federales de Mayoría Relativa, y que de esas 72 candidaturas solo resultaron ganadoras 4 personas, 3 hombres y una mujer, 2 por el Partido del Movimiento de Regeneración Nacional MORENA y 2 más por la Coalición de Juntos Hacemos Historia, estos 4 ya futuros diputados y diputada son oriundos de los estados de Veracruz, Guanajuato, Nuevo León y Guerrero, ellos y ella tan solo representan el 0.3% de los curules de la cámara baja, yo le pregunto, ¿no considera que es muy bajo el porcentaje para los 16 millones de habitantes con discapacidad en México? INEGI 2020, a mi parecer es casi nada, y peor aún para las y los poblanos que ni siquiera figuramos en la lista, es decir que en Puebla no contamos con diputado o diputada federal con discapacidad que nos represente, esperemos la repartición de las “pluris” igual y con suerte aumenta el número.
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